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Los garabatos de Roosevelt Díaz


No todos los artistas titulan sus obras. A mí me parece muy importante que una obra tenga un nombre, y no cualquier nombre, sino un nombre único, especial y original. Tengo una relación personal con las pinturas que admiro y quiero referirme a ellas por su nombre propio y no por "la pintura que está arriba del sofá".

Roosevelt Díaz le pone título a todas sus obras. He visto muchas de ellas y nunca he notado que repita un nombre (¡él dice que sí lo hace, pero yo no lo he visto!). Los nombres son únicos y originales, a veces hasta poéticos.

Y no se detiene allí. Además del título le dibuja en la parte de atrás un garabato propio del cuadro. ¡Es casi una segunda obra! El garabato es una caricatura que cuenta una historia, muchas veces autobiográfica. Esto le da un toque adicional de autenticidad a la pieza, a la vez que la hace más personal, única y original.

Mientras que a mi estos garabatos me parecen fascinantes, su origen es algo mas práctico que artístico. Estos garabatos son parte de la formula que Roosevelt utiliza para autentícar sus obras. En el incluye un detalle que le permite saber si la obra es auténtica o falsificada.

He recolectado algunas fotos del frente y reverso de obras recientes de Roosevelt Díaz las cuales les presento a continuación:

Luz del Sendero es una obra que nos demuestra la imaginación y creatividad de Roosevelt Díaz, plasmando bestias inventadas en un ambiente árido y deforestado. El garabato en el reverso nos muestra a Roosevelt de cacería. En la obra notamos que la segunda bestia de arriba hacia abajo está bocarriba, y en el reverso el pintor nos indica que él la mató.

Delirio de colores, como el nombre sugiere, nos presenta a las creaciones de zoomorfas de Roosevelt habitando un mundo lleno de color. En el reverso el pintor se presenta a sí mismo con el pincel en mano, pero en una pose que más bien parece de esgrima, creando a sus adoradas bestias.

Visiones nos presenta un mundo mágico donde sus bestias, en la superficie, cazan a una manada de anfibios (salamandras) que posiblemente están a la espera para victimizarlas. La coloración nos indica una escena nocturna, pero notamos el sol en el horizonte, por lo que se trata de una escena diurna, quizás en la oscuridad de un denso bosque. En el reverso Roosevelt se presenta creando la obra, pero ahora usando una gorra de béisbol. Este distintivo se lo ha añadido a varios de sus creaciones recientes.

Expresión figurativa, destellos de color y muestra palpable de búsqueda de estilos y colores imaginados en un tema irreal. Unicornio muestra en el reverso a Roosevelt volando cometa, el cual es un tema reiterado dentro de sus símbolos o garabatos.

Sendero precolombino enseña una batalla épica en un ambiente árido. Una enorme bestia combate a otras cuatro en una batalla a la muerte, mientras una enorme serpiente, que no cabe dentro del recuadro, aparece en el escenario. La pequeña bestia abajo a la derecha parece estar mucho más preocupada de algo que se encuentra fuera de escena que de la bestia, que ya ha exterminado a uno de sus compañeros. Nuevamente Roosevelt se retrata en el reverso creando la obra, con una gorra de béisbol en su cabeza, en una acto que parece más esgrima que pintura.

Ofrenda al cantador es una interesante creación salida de la imaginación de Roosevelt Díaz. Parte caballo, parte vaca, parte planta, parte cocodrilo y con una ruedita en una de las patas; sin embargo, de alguna manera extraña, todo hace sentido. El el reverso solo nos presenta una piraña, uno de sus temas principales de su obra plástica.

La obra Mare Vivo tiene una tematica similar a Visiones, presentada arriba. A diferencia de esta última, la escena es nocturana, las salamandras están claramente al acecho y una de las bestias en la superficie ya está muerta. En el reverso, Roosevelt se proyecta como un mago controlando al pincel, el cual hace todo el trabajo indicándonos que se trata de una creación mágica.

Un toro un tanto al estilo de Picasso el cual Roosevelt ubica en la quebrada de Paso Ancho, en Ocú. Pareciera que está tratando de atrapar a el toro, o quizás agarrarlo por los cachos.

En el caso de Místico de tierra, Roosevelt proyecta una escena en colores terrosos representativa del hombre y su entorno. En el reverso se sale del tema de presentarse en el proceso de creación de la obra y lo vemos volando cometa, posiblemente un pasatiempo que le atrae.

El Gallo del porvenir es una obra atípica de Roosevelt, ya que no hace gallos frecuentemente. Aquí el pintor se dibuja en una posición contorsionada en el proceso de creación del gallo.

Capullo de remolinos es un hermoso caballo en fondo azúl. Es una obra poco común del pintor ya que sus caballos nunca toman esta forma. El garabato presenta a Roosevelt en una posición de sentado y haciendo un gesto de abrazar al animal, que no parece un caballo sino un toro.

Cardumen en arrecifes es una obra en acrílico sobre tela que presenta un cardumen de peces, quizás pirañas. En el reverso Roosevelt hace un grabato en el que él se presenta como un prestidigitador creando mágicamente a los peces.

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