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La inocencia mágica de los niños es una de las principales inspiraciones detrás del arte de esta joven pintora de David, Chiriquí. Para ella los pequeños representan la inocencia de la infancia, la esperanza en el futuro y la pureza de la creatividad. Por eso ella los capta en sus obras, ya sea inmersos en paisajes de belleza natural, en escenas folklóricas o simplemente jugando en su elemento.

Su técnica es una mixta de acrílico y óleo, aprovechando las bondades de cada una: la primera para fondos y detalles complementarios, y la segunda para pintar figuras humanas, cuya piel recibe una suavidad particular al usar el óleo. El mágico realismo y el surrealismo son corrientes que le atraen, ya que le permiten hacer creaciones originales que vayan más allá de la realidad al basarse en ideas del subconsciente, sueños o hasta poesías.

Obtuvo una licenciatura en artes plásticas de la Escuela de Bellas Artes de David en 2012, y ha laborado en el Museo de Arte Contemporáneo realizando talleres infantiles. Ella disfruta esta actividad porque también le es interesante el trabajar con niños: “Ellos siempre inventan algo diferente, tienen una imaginación muy grande y están abiertos a aprender nuevas tendencias; se divierten más haciendo arte a diferencia de los adultos, los cuales se ponen limites o se aburren”, comentó.

Coffre ha participado en múltiples colectivas en su ciudad natal y el interior del país. Sus dos exposiciones individuales han sido eventos llenos música y folklore, siempre con una bienvenida presencia infantil.

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